Un arma secreta para Fe y esperanza en la Biblia
Un arma secreta para Fe y esperanza en la Biblia
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Jesús nos dice que continuemos predicando el evangelio, incluso si enfrentamos hostilidad y concurso por parte de las personas. Este tipo de situaciones requiere atención a los detalles para ser exitoso en nuestra misión.
¿Te gustaría descubrir más acerca del significado del sufrimiento de Jesús y cómo impacta nuestras vidas hogaño en día? Sigue leyendo para explorar más a fondo este tema fascinante y reflexionar sobre su relevancia en nuestra Confianza y experiencia personal.
Continuar predicando el evangelio en medio del sufrimiento es una tarea difícil, pero valiosa. Somos llamados a seguir Delante en nuestra delegación de compartir el mensaje de la salvación con todos aquellos que están buscando esperanza y redención, y debemos hacerlo con Certeza firme, confianza en Dios y apoyo mutuo entre los creyentes.
La enseñanza más importante que encontramos en Mateo 10:28 es la importancia de la obediencia y fidelidad a Dios incluso en medio del sufrimiento y la persecución.
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Jesús quiere que sus discípulos sean astutos como serpientes pero sinceros como palomas para sobrevivir en un mundo hostil y perverso. Ser astuto les ayudará a protegerse física y espiritualmente, mientras que la sinceridad los mantendrá auténticos y transparentes en sus relaciones con otros.
La mutilación de alguno de nuestros miembros es un mal, pues correspondería a la naturaleza humana el tener la plenitud de sus miembros.
Jesús nos da un ejemplo consumado al here fallecer en la cruz por nuestros pecados, mostrando que Él tenía confianza en su Padre celestial y estaba seguro de su valencia como Hijo de Dios.
Conozco varios casos exitosos. De ex misioneros que terminaron su comisión y volvieron al país para comenzar el cortejo e irse a posteriori con la novia/o a los Estados Unidos.
El ejemplar se establece como una prueba de la incriminación de Noemí contra Dios: «en conspicuo amargura me ha puesto el Todopoderoso». No obstante, para el final del obra Dios ha derramado misericordia sobre Noemí, su acusadora, y vemos
Y la esperanza no convenirá defraudada, porque el aprecio de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado.
Es la escuela de esos momentos de la vida de los que no podemos escapar, momentos que podemos sentenciar inefectos, desperdiciados, y que en cambio nos permiten crecer.
Diez ángeles en el cielo retuercen sus manos, cubren sus rostros, retuercen sus cuerpos y abren sus bocas en silenciosa agonía. Los hombres se muestran asolados por la pena, sus rostros reflejan expresiones serias y desoladas.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su apego en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha poliedro.